“Es bonito ayudar a la gente, a que se recuperen, a que puedan llevar una vida con normalidad”
Conocer a un médico tan joven y tan profesional siempre es un orgullo para la profesión. Así nos hemos sentido al conocer a Gonzalo Ogando Durán, neurólogo en Madrid. Como trabajador de la salud, es perfectamente consciente del estigma social que rodea a las enfermedades neurodegenerativas, en especial al párkinson.
Pudimos entrevistarle sobre su día a día, su percepción de la neuromedicina, sobre la enfermedad de Parkinson… Este especialista del hospital Severo Ochoa, en Leganés, nos ha dejado un claro mensaje: el trabajo de un médico es vocacional y, sobre todo, gratificante.
Un neurólogo de Madrid con mucho que contar
De todas las ramas que ofrece la medicina, ¿qué te gustó de la Neurología para acabar especializándote en ella?
Sin duda me parece la más apasionante, y la que más futuro tiene. El cerebro es el origen de todo lo que hacemos, percibimos, pensamos… y todavía nos queda mucho por descubrir para llegar a comprenderlo al 100%.
¿Qué es lo que más te llena de tu trabajo? Y, por el contrario, ¿cuál es la parte más dura de ser neurólogo?
Es bonito ayudar a la gente, a que se recuperen, a que puedan llevar una vida con normalidad. Además, es bastante realizador poder dedicarte a un trabajo que te llena de verdad. Supongo que la parte más dura es que en muchas de las patologías que tratamos en la neurología aún no tienen cura, y sólo podemos aportar el diagnóstico y tratamiento paliativos.
¿Has vivido de cerca, en amigos o algún familiar, algún caso de enfermedad neurológica?
Sí, varios familiares, incluida mi abuela, han padecido o padecen Alzheimer.
Como sociedad, ¿qué crees que deberíamos aprender sobre las enfermedades neurológicas? ¿Aún sufren los enfermos neurológicos un estigma?
Sí, creo que se debería hablar más sobre ellas, porque sí, existe un estigma. Los mismos pacientes lo dicen. Les da miedo que se enteren en el trabajo, tienen que aguantar miradas… A un diabético o a un hipertenso nadie le da la mayor importancia, pero sí a un epiléptico, por ejemplo.
Día a día tratas con muchos pacientes, pero también familiares y cuidadores. ¿Cuáles son sus mayores preocupaciones cuando les da a un familiar el diagnóstico definitivo?
Por desgracia en neurología tenemos que dar noticias difíciles a menudo. Desde el paciente que sufre un ictus y no podrá volver a hablar o moverse con normalidad nunca más, hasta el paciente con una ELA que fallecerá en pocos meses, muchas veces nos vemos relegados a decirles a las familias que no tenemos más que hacer que brindarles nuestro apoyo.
¿Recuerdas alguna enfermedad neurológica especialmente emotiva?
La ELA es una enfermedad especialmente difícil de aceptar. Es de rápida evolución, no hay tratamientos, el paciente se verá obligado en pocos meses a estar en una cama, con un ventilador todo o casi todo el día. A veces es difícil aguantar las lágrimas cuando le das el diagnóstico a pacientes y familiares.
Doctor Ogando Durán, juez en los Juegos de la Juventud
El párkinson, preguntas a fondo
Como sabes, el párkinson es la segunda enfermedad neurológica más frecuente en España, ¿tratas a menudo con pacientes con párkinson? ¿Existe en tu centro de trabajo un área específica para tratar esta enfermedad?
En mi hospital hay una consulta específica de trastornos del movimiento, dónde se ve a la mayoría de los pacientes de Parkinson. Es relativamente frecuentes encontrarte con ellos en Urgencias, por ejemplo, ya que es una enfermedad crónica y compleja que puede llegar a tener muchísimas complicaciones.
¿Cuál es el tratamiento actual que se ofrece a una persona con Párkinson?
De forma resumida tenemos inicialmente el tratamiento farmacológico, después pasamos a tratamientos invasivos como inyecciones y bombas de perfusión y finalmente la neurocirugía. El fármaco ‘’gold estándar’’, es decir, el que actualmente se considera más eficaz y de referencia, es la levodopa con la que la mayoría de los pacientes se manejan adecuadamente.
¿Qué suelen preguntarte las personas recién diagnosticadas (de párkinson)?
Generalmente ya les suena la enfermedad, suelen conocer a alguien, por lo que no suelen enfocarse mucho en la clínica. Preguntan más bien sobre las opciones de tratamiento y el futuro. Cuánto vivirán, cuándo necesitarán muletas, silla de ruedas…
¿Cómo está la investigación de esta enfermedad? ¿Estamos cerca de una cura?
En los próximos años nos espera una revolución. Hay muchas líneas de estudio: fármacos biológicos, vacunas, estudios genéticos con tratamientos específicos, etc. Para curarla yo creo que primero hay que llegar a entenderla del todo, y aún nos falta. Cuando sepamos cómo se produce la enfermedad, las causas del párkinson, podremos detenerla.
¿Qué mensaje lanzarías a las personas que sufren algún tipo de enfermedad neurológica?
Que estamos en ello. Hay muchísima investigación en todos los terrenos, cada vez tenemos más herramientas diagnósticas y terapéuticas, y mucho antes de lo que pensamos podremos tratar todas nuestras patologías.