“Le debo mi éxito a esto: nunca di ni acepté una excusa”
Esta frase, acuñada por Florence Nightingale, resume el esfuerzo del personal de enfermería que pelea cada día por nuestra salud en los hospitales. Florence, precursora de esta rama de la salud tal y como la conocemos hoy, nació un 12 de mayo de 1820. ¿Te suena? Es la fecha elegida para conmemorar el “Día Internacional de la Enfermería”.
Una voz para liderar la salud de todos
En el año 2018 eligieron un eslogan que resume perfectamente su labor y sus metas:
- Una voz. Un equipo bien engrasado, un grupo de personas coordinadas de forma perfecta para calmar, curar y vigilar la salud de cualquiera.
- Para liderar. El papel de enfermeros y enfermeras para dirigir, guiar y comunicar. Pacientes, médicos y demás visitantes de hospitales dependen de su labor de organización.
- La salud de todos. Un derecho fundamental del ser humano, estar sano. No importa la dificultad, la situación o el estado de cada uno: todos merecemos una calidad de vida digna.
Aún no sabemos con qué mensaje nos sorprenderán en 2019. Lo que sí sabemos con certeza es el importante papel de estos profesionales en el desarrollo de la enfermedad de Parkinson.
Enfermería: un profesional a tres bandas
La labor del profesional de enfermería va más allá de ser un apoyo al neurólogo. Las capacidades del enfermero le convierten en una persona confiable, con disponibilidad para atender y prestar atención. Además suelen ser personas cercanas, con capacidad para subir la moral de cualquiera.
La relación que tiene con todos los actores implicados en la enfermedad convierte al enfermero en el nexo perfecto:
- Apoyo al neurólogo. No solo es quien le proporciona el material necesario, también realiza evaluaciones y está al tanto del día a día del paciente. Gracias a su labor, coordina a los diferentes profesionales implicados en la enfermedad.
- Apoyo al cuidador. La comunicación con el encargado de cuidar al paciente con párkinson asegura entender perfectamente el desarrollo de la enfermedad, así como ofrecer ejercicios prácticos para realizar junto al afectado.
- Apoyo al paciente. Es el profesional que más conoce, trabaja y asesora al paciente. Ayuda con sus diarios de fluctuaciones, pero también observa, apunta y propone consejos para que su calidad de vida no se vea afectada
Hacer entender la enfermedad desde la enfermería
De hecho, en la relación hospital-paciente, es el enfermero quien tiene un peso sobresaliente. El profesional de enfermería en párkinson gana los papeles de educador, animador y observador. Un trabajo que se resume en mirar por la calidad de vida del paciente (y de su cuidador, otra pieza clave).
Esta tarea se complica cuando entendemos que no hay una regla general para tratar a ningún paciente: la enfermedad se manifiesta de forma única en cada caso y el tratamiento es individualizado. No hay caminos fáciles ni atajos, el enfermero es quien debe ir viendo el avance del párkinson.
De hecho, tenemos un manual de enfermería en párkinson con cuidados para cualquier síntoma, visible o no visible: movilidad, trastornos de alimentación o problemas de sueño son algunos de los temas a tratar. Aprovechamos para agradecer esta gran tarea a Beatriz y Lydia, coordinadoras del manual, y al resto de enfermeros y enfermeras cuya vocación salva vidas cada día.