Una época para disfrutar, pero con precaución
Tras una fase de confinamiento llega el momento de salir a la calle, siempre tomando las medidas oportunas y la máxima seguridad posible. Pero ¿cómo tratar a un enfermo de párkinson estos meses de verano? ¿Misión imposible? Para nada, y vamos a demostrarlo.
En este artículo enumeramos algunos consejos para cuidadores y familiares, pero también para los propios pacientes. Toma nota y aplícalos en tu rutina.
Cómo tratar a un enfermo de párkinson en verano y en casa
Estar en casa no quiere decir que debamos dejar de prestar atención a algunas pautas que, si bien ya practicábamos en invierno, debemos vigilar con más cautela ahora.
Por ejemplo, es necesario mantener, en la medida de lo posible, la rutina de comidas, descanso y ejercicio que tenía asignado el paciente. Por supuesto puede variar algunos días especiales (por ejemplo si estás de viaje con el coche) pero en esencia debe ser la misma. Esto hará que tanto el cuerpo como la mente del afectado por la Enfermedad de Párkinson no sufran alteraciones.
Esto afecta en especial al sistema digestivo, pues si a una persona normal le afecta el cambio de rutina, al paciente que tiene como síntoma el estreñimiento mucho más. Para evitarlo también recomendamos añadir más verduras a su dieta, pero, sobre todo, la ingesta continua de agua. La deshidratación es otro riesgo que no podemos correr.
En resumen…
- Mantener la rutina.
- Menos cantidad de comida en un mayor número de ingestas.
- Más verduras.
- Mucha agua.
Cómo tratar a un enfermo de párkinson a la hora de hacer deporte
Uno de los factores que puede cambiar la rutina es el ejercicio físico. Si lo realizabas a primera o última hora del día, no hay ningún problema en seguir con esos horarios. Si por el contrario lo hacía a una hora más central, debes replantearlo. Las quemaduras causadas por el sol y la deshidratación son dos cosas que evitamos así.
Y si has montado un pequeño gimnasio en casa para el paciente de la Enfermedad de Párkinson, también es recomendable hacerlo “con la fresca” y mantener una hidratación constante. De nuevo, el agua es nuestro mejor aliado.
En resumen…
- Huir de las horas de más calor.
- Hidratarse es importante.
- Ejercicios más suaves, evitando el esfuerzo extremo.
Cómo tratar a un enfermo de párkinson en la piscina o en la playa
Si como paciente, cuidador o familiar tienes la oportunidad de ir a tu piscina o escaparte a la playa, debes seguir algunos consejos. Además de aquellos que plantean las autoridades (la distancia social, el aforo, la mascarilla o el gel desinfectante) debemos tener en cuenta la comodidad del enfermo de la Enfermedad de Párkinson.
Es importante cuidar su asiento. Es mejor que esté en una silla preparada para la ergonomía (no vale cualquier silla de playa, ni sentarse en la toalla). Así podemos vigilar y mantener a raya sus síntomas motores, pues muchos afectan a la postura.
Y si quieren /y pueden) meterse en el agua o dar un paseo en la orilla, siempre acompañados y teniendo cuidado con el oleaje o con las aglomeraciones. ¡Y no olvides aplicar protección solar frecuentemente!
En resumen…
- Lleva toda la protección solar necesaria.
- Sigue con la hidratación.
- Busca una silla especial para la Enfermedad de Párkinson.
- Acompaña al paciente en todo momento.
Por si necesitas más consejos…
Nuestro artículo “Consejos y pautas para el paciente de párkinson (edición verano)” te da otros detalles a los que debes atender en esta época del año. Añadimos aquí uno para familiares: intenta descansar tú también. Es una época en la que debemos huir del síndrome del cuidador quemado.
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