Descubre los beneficios de la relajación

Las terapias de relajación pueden tener múltiples beneficios en el bienestar personal, son valoradas por su capacidad para reducir el estrés, mejorar la calidad del sueño y disminuir la rigidez muscular, tres aspectos críticos en la vida diaria de las personas con enfermedad de Parkinson. Además de las técnicas de relajación que vamos a nombrar más adelante en este artículo, te recordamos que actividades físicas como hacer deporte, siempre tendrá un beneficio emocional en el paciente, ya que la actividad física libera endorfinas, pudiendo mejorar el estado de ánimo, ayudando combatir la depresión y la ansiedad.

Al fomentar un estado de calma y control, las terapias de relajación pueden mejorar significativamente la movilidad y el estado emocional, lo que facilita un manejo más eficaz de los síntomas motores y no motores de la enfermedad.

Desde hace algunos años se ha popularizado celebrar el Día Mundial de la Relajación el 15 de agosto. Este día nos brinda la oportunidad de concienciar sobre los beneficios de la relajación, animando a pacientes, familiares y cuidadores a incorporar estas técnicas en sus rutinas diarias. Es un momento ideal para promover eventos y actividades que destacan la eficacia de la relajación como complemento terapéutico, ofreciendo así un apoyo adicional a la comunidad de pacientes de párkinson en su búsqueda por una mejor calidad de vida.

¿Cuáles son los beneficios de la relajación en el tratamiento del párkinson?

La relajación puede realizarse de forma rutinaria, por ejemplo, antes de hacer ejercicio o durante la mañana, así como de manera puntual en momentos de alta intensidad emocional. Aunque al principio puede parecer difícil, la práctica diaria y la guía de un profesional o recursos online pueden facilitar el proceso.

  • Mejora del sueño

El trastorno del sueño es común en personas con párkinson, afectando su energía y bienestar. Prácticas como el yoga nocturno o la meditación guiada antes de dormir pueden mejorar la calidad del sueño. Estas actividades relajan el cuerpo y la mente, facilitando el tránsito a un sueño profundo y reparador, esencial para la recuperación y regeneración diarias.

  • Reducción de la rigidez muscular

La rigidez muscular es uno de los síntomas más restrictivos del párkinson. Las técnicas de relajación que incorporan movimientos suaves y estiramientos, como el tai chi o la hidroterapia, pueden ser especialmente beneficiosas. Estas actividades no solo mejoran la flexibilidad y la movilidad, sino que también ayudan a reducir el dolor y mejorar la autonomía en las actividades cotidianas.

  • Reducción de estrés

El estrés es un factor que puede exacerbarse en personas con párkinson, afectando negativamente su calidad de vida. Técnicas de relajación como la meditación o el yoga pueden ayudar a mitigar estos niveles de estrés, ofreciendo un respiro en el día a día.

  • Mejora de la atención y reducción de pensamientos negativos

Los aspectos cognitivos del párkinson, como la dificultad para concentrarse y la prevalencia de pensamientos negativos, pueden ser mitigados a través de prácticas de mindfulness. Esta forma de meditación ayuda a centrar la atención en el momento presente, reduciendo los pensamientos en bucle y promoviendo un estado mental más equilibrado.

Técnicas y terapias de relajación efectivas

  • Mindfulness y meditación: Practicar mindfulness o meditación implica estar plenamente presente en el momento, lo cual puede ayudar a manejar el dolor y la ansiedad. El cuerpo, cuando está meditando, activa otras áreas cerebrales distintas a las habituales. Deja descansar a aquellas áreas más utilizadas para poner en marcha aquellas menos utilizadas. El resultado final es un cerebro más activo y descansado.
  • Hidroterapia: Realizar ejercicios en el agua no solo es relajante, sino que también es fácil para las articulaciones, lo que la hace ideal para personas con rigidez muscular.
  • Ejercicios de respiración: Técnicas simples como la respiración profunda pueden ser practicadas en cualquier momento del día para aliviar la tensión y promover la relajación. Te dejamos un vídeo de Asociación Parkinson Elche donde te explican cómo mejorar la respiración, relajación y postura.

En un mundo en el que vivimos con tan poco tiempo vale la pena dedicarle unos minutos a este tipo de rutina.

Rutina de relajación de 3 minutos

  • Seleccione una palabra clave como relax, calma o paz.
  • Concéntrese en relajarse usando su palabra clave. Preste atención a su respiración. Respire profundamente una vez y mantenga la respiración.
  • Mientras retiene la respiración, tense un grupo de músculos, como los músculos de la cara, los brazos o las piernas.
  • Al exhalar, relaje los músculos tensos y suéltelos. Continúe usando su palabra clave mientras baja los hombros.
  • Repita, alternando con diferentes grupos de músculos durante 3 minutos.

Esta simple rutina de relajación sin duda aportará beneficios que ayudarán a mejora la calidad de las personas con párkinson.

Técnica de atención consciente a los sentidos

Una técnica sencilla de relajación que se puede aplicar fácilmente es la ‘Atención Consciente a los Sentidos’. Esta práctica implica reconectar con nuestros sentidos y activar la «mirada de turista», captando cada detalle como si fuera la primera vez que lo experimentamos.

Para practicar esta técnica, se recomienda:

  1. Observar: Escoger cinco cosas para mirar con atención, notando sus colores, iluminación, formas y texturas.
  2. Oler: Identificar cinco olores en el ambiente o buscar objetos cuyo aroma se pueda disfrutar plenamente.
  3. Saborear: Encontrar y mezclar diferentes sabores, prestando atención a sus matices.
  4. Tocar: Sentir las diferentes texturas y sensaciones en nuestro cuerpo, la ropa, la piel o cualquier objeto cercano.
  5. Escuchar: Captar los sonidos sutiles del entorno, como coches, crujidos, respiración o animales cercanos.

El momento de la ducha es especialmente útil para practicar esta técnica, ya que es una actividad diaria que envuelve múltiples sensaciones. Durante la ducha, podemos enfocarnos en la sensación del agua sobre la piel, el olor del jabón, la textura de la esponja, la presión en la piel, el sonido de la espuma y la velocidad de nuestros movimientos. Esta práctica garantiza que ejercitemos la técnica de manera regular.

¿Cómo empezar?

Si estás interesado en incorporar la relajación en tu tratamiento para el párkinson, contacta a las asociaciones locales o centros especializados para obtener recursos y orientación sobre dónde y cómo acceder a estas terapias.

La integración de terapias de relajación en el tratamiento no solo puede mejorar la calidad de vida, sino que también proporciona herramientas para manejar mejor los síntomas. Te invitamos a explorar estas técnicas y a descubrir cómo pueden ayudarte en tu día a día con la enfermedad.