Ante el párkinson, la enfermería tiene un rol fundamental

“El cuidado es la ciencia de la enfermería”,  Jean Watson, enfermera estadounidense con ocho doctorados honoris causa en Suecia, Gran Bretaña, España y Canadá

Cuando hablamos de cuidados hacia el paciente de párkinson no podemos olvidar la labor de los profesionales sanitarios (y sociosanitarios) que ayudan al bienestar de las personas afectadas, directa o indirectamente, por esta enfermedad. Ante el párkinson, la enfermería es una de estas ramas de la salud necesarias y principales. En este artículo vamos a profundizar en los tres papeles principales que asume, así como un apartado extra sobre la relación de la enfermería con la enfermedad de Parkinson de inicio temprano (EPIT). 

Párkinson y enfermería: relación con el paciente

Como citamos al principio del artículo, el cuidado es la ciencia de la enfermería. Y, para realizar un cuidado personalizado, humano y ético, es importante tener una conexión entre paciente y profesional. 

Esta relación se basa en el respeto por ambas partes, pero también en la empatía y en el compromiso con los cuidados. No sólo favorece al rol del enfermero, que podrá realizar su trabajo de forma más certera. La persona con párkinson (y las personas cuidadoras) será más capaz de compartir sus preocupaciones, miedos, objetivos… y sentirse más cómodo en las consultas de enfermería. 

De hecho, el cuidado personalizado se relaciona directamente con la siguiente función. 

Párkinson y enfermería: seguimiento del paciente y gestión de síntomas

El seguimiento de  la persona con párkinson la realiza, principalmente, el neurólogo. Este es el profesional encargado de diagnosticar, establecer el tratamiento y revisar el avance de la enfermedad. Debido al actual sistema de salud, en ocasiones la consulta con el neurólogo tiene tiempo limitado y hay que optimizarlo lo mejor posible.  

Por ello, el profesional de enfermería se encarga de una serie de tareas relacionadas con la rutina de la persona con párkinson, para las cuales es ideal que se trabaje una relación de confianza.. Algunas de estas tareas son:

Figuras de juguete representando diferentes roles de enfermería

  • Comentar los ajustes de la terapia y tratamiento que se proponga desde neurología. También monitorizar efectos secundarios del tratamiento. 
  • Apoyar al paciente en el manejo de la movilidad y los síntomas motores (educando sobre actividades físicas que puede realizar)
  • Ayudar a entender los síntomas no motores, como la depresión, la ansiedad o trastornos del sueño.
  • Proporcionar consejos sobre higiene diaria y al vestirse (cómo preparar el baño, el secado, el uso de ciertas prendas…)
  • Aportar consejos sobre nutrición y a la hora de comer (utensilios, solidez de la comida, cantidades recomendadas…)
  • Proporcionar recursos de apoyo en la comunidad (poner en contacto con asociaciones, grupos de apoyo…).

En definitiva, realizar el acompañamiento, educar e informar y ayudar con la motivación del paciente a través de diferentes herramientas.

La labor de la enfermería en las actividades diarias del paciente cobra fuerza en etapas más avanzadas de la enfermedad. Si quieres saber más sobre el párkinson avanzado, puedes hacerlo en este artículo sobre fases del párkinson

Para ciertas tareas, como los ajustes de terapia o el trabajo con algunos síntomas, la enfermera necesitará la ayuda de otros profesionales. Aquí entra su tercer papel. 

Párkinson y enfermería: enlace entre profesionales

La enfermería funciona como el nexo de comunicación y coordinación entre pacientes y otros profesionales de la salud. Médicos, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales, psicólogos, logopedas… todos ellos intervienen ante diferentes síntomas. Como ya hemos comentado, el enfermero es el más cercano al paciente, conoce los síntomas y su avance, y desde su posición fomenta el abordaje multidisciplinar de la enfermedad. 

Es decir, una de las funciones del profesional de enfermería puede ser buscar la mejor atención y un cuidado integral para las personas con párkinson. Y, para ello, cuenta con otros profesionales sanitarios y sociosanitarios para enfrentar a los síntomas, motores y no motores. 

Los cuidados de enfermería en párkinson son un tema complejo, pues actúan en diferentes ámbitos del paciente: su movilidad, su disautonomía, su habla, su nutrición…

Por último, el enfermero suele estar en contacto con el cuidador (otra persona a cargo de los cuidados de la persona con párkinson) y le da información e instrucciones de cuidados que pueden ser muy útiles. 

Enfermería y párkinson de inicio temprano

La enfermedad de Parkinson de inicio temprano, o EPIT, es una enfermedad poco conocida que consiste en la aparición del párkinson en personas de menos de 50 años (si es menos de 21, hablamos de párkinson juvenil). 

La EPIT se asocia a un fuerte impacto emocional, pues el párkinson suele asociarse a personas de la tercera edad, y los cambios sociales, laborales y de rutina que supone para una persona más joven pueden ser difíciles de asimilar. 

La educación sanitaria y terapias complementarias (lo que se conoce como intervención educativa combinada) parecen mejorar la calidad de vida de las personas con EPIT. En el artículo hemos comentado el rol de la enfermería ante estas funciones. Más aún cuando son capaces de conectar y ganarse la confianza de estos pacientes. 

Otros enlaces de interés

El Consejo Internacional de Enfermería, una federación de más de 130 sistemas sanitarios y asociaciones de enfermeras fundada en 1899, se hizo eco de un caso sobre párkinson en 2020 que puede interesarte.

https://www.icn.ch/es/noticias/dia-internacional-de-la-enfermera-estudio-de-caso-de-la-semana-11

Si quieres conocer una historia de párkinson en personas que se escapan del estereotipo, te recomendados leer cómo Kuka García se supera cada día en la lucha contra la enfermedad.

https://conoceelparkinson.org/cuidados/entrevista/kuka-garcia-deportista-parkinson/